Una de las variables que se han
utilizado de forma tradicional para muchos estudios sobre convergencia regional
es el PIB per cápita, tanto para comparaciones entre países como para hacer
estudios a nivel subnacional o entre regiones.
Actualmente hay un debate abierto
sobre la conveniencia de utilizar este indicador para hacer análisis sobre el
bienestar de la población en un determinado lugar, a razón de que al tratarse de
una medida promedio, involucra un enorme componente de sesgo en términos de la
verdadera distribución del ingreso; vale la pena ver, por ejemplo, la postura
del nobel de economía 2001 Joseph Stiglitz, sobre por qué inclusive el propio
PIB no
es una buena medida para estudiar la riqueza generada en un país.